La transcripción es una conversación en la que Ventura Rodríguez describe cómo era Maspalomas cuando él era joven, y cómo ha cambiado durante los años. Rodríguez relata que en el pasado Maspalomas tenía pocas casas, no había luz eléctrica, ni agua corriente, y que jugaban con lo que tenían a mano. También habla sobre su vida laboral como maquinista en pozos de agua y en Unelco, donde trabajó hasta su jubilación. Además, describe cómo los trabajadores recibían una casa a cambio de trabajo sin coste y cómo construyó su casa en un solar que le dieron. Finalmente, explica cómo se cultivaba el campo y cómo se pagaba a los trabajadores con judías y millo en lugar de dinero.