Templo Ecuménico
El Templo Ecuménico el Salvador es un símbolo del estilo arquitectónico de Manuel de la Peña, que junto con el aparejador Ulises Medina, proyectaron un edificio singular en un enclave único en Gran Canaria.
Este templo acoge todas las confesiones cristianas de Europa ya que persigue, desde su creación, recibir a todos los cristianos independientemente de su idioma o grupo religioso, que quieran asistir a los cultos durante su estancia vacacional en Gran Canaria.
El antecedente de esta filosofía la encontramos en la iglesia anglicana que abrió sus puertas por primera vez en Las Palmas de Gran Canaria a finales del siglo XIX. Esta idea fue muy bien acogida por el Obispo Monseñor Infante Florido, que al constatar el gran incremento de visitantes a nuestro municipio gracias al desarrollo del plan Maspalomas Costa Canaria, decidió que era necesario erigir un templo que diera cabida a todas las vertientes del cristianismo para que pudieran desarrollar su culto en este lugar turístico.
El edificio se erigió en terrenos cedidos por el Conde de la Vega Grande, D. Alejandro del Castillo y del Castillo. Las obras comenzaron en 1969, y se proyectó un edificio que recordara a esa Nave de la Cristiandad que navega por el mundo llevando la palabra de Cristo a todos los rincones.
Es un edificio austero en cuanto a símbolos, ya que para poder ser ecuménico no se puede identificar con ninguna confesión concreta. Destaca el altar, una gran roca de 11 toneladas que representa a Cristo según lo definió San Pablo en los Corintios.
Las vidrieras cargadas de color y elementos geométricos, son obra de Juan Antonio Giraldo y las verjas que circundan el edificio es obra de José Abad, y simboliza la ruptura de la unidad de la Iglesia materializada en los tubos del órgano rotos.
El Templo Ecuménico es una joya arquitectónica que atesoramos en nuestro municipio y se ha convertido en un punto de referencia tanto para la población local, como para los miles de turistas que nos visitan cada año.
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