Margarita Jiménez

Vecina de El Pajar

Margarita, nacida y criada en Arguineguín en 1948, recuerda su infancia en un pueblo pequeño y unido, donde sus padres trabajaban en la agricultura y a veces ella y sus hermanos les ayudaban en la recolección. Margarita recuerda las fiestas de carnaval y cómo solían pedir huevos y dinero a los vecinos, y una vez robaron una tortilla de carnaval de una vecina. Habla de cómo el pueblo ha cambiado con el tiempo, especialmente con la llegada de la fábrica de cemento, que ha creado empleo para varias generaciones de familias. Margarita trabajó en una papelería durante 44 años, pero ahora dedica su tiempo libre a coser. Margarita habla de la importancia de la fábrica para la economía del pueblo, y cree que el turismo debe ser regulado para preservar el carácter único de la comunidad. También habla de su experiencia visitando los campamentos de refugiados en Tinduf y acogiendo a una niña de allí en su casa, y cómo ahora la niña está casada y tiene dos hijas gemelas. En general, Margarita desea conservar la forma de vida tranquila y amigable de su pueblo.