Casa Saturninita
La Casa de Saturninita pertenecía al Conde de la Vega Grande, y él la cedía a los colonos para que estos la cultivaran a cambio de la parte proporcional. La última habitante de la casa fue Saturnina Artiles Viera y su familia, gracias a la cual se le da nombre a la casa.
Esta casa es una casa labriega del S. XIX y uno de los últimos vestigios de la arquitectura tradicional canaria que existe en San Fernando. Está construida a base de mortero de barro, piedra y cantería, el tejado de teja árabe y la techumbre cubierta por maderas de Pino Canario. Estaba compuesta por: la cocina propiamente dicha y junto a esta el comedor almacén, a continuación, el dormitorio femenino y seguido el dormitorio del matrimonio, el alpendre, el pajar y finalmente el cuarto de la burra, el conjunto arquitectónico lo componían el dormitorio masculino de entrada y el horno para el pan adosado a la pared de la cocina.